10 CONDUCTAS DEL JEFE AUSENTE


Hay una gran diferencia entre  ser el jefe y ser el líder. En el presente artículo analizaremos conductas nocivas de la persona a cargo de una empresa que distan mucho de definirlo como  buen líder.

Si bien es cierto que una empresa es el resultado de todo un equipo, también lo es que el logro de objetivos puede verse seriamente afectado ante un JEFE  AUSENTE,  ausente en términos directivos  y por lo tanto carente de toma de decisiones asertivas y  falta de una clara dirección de ejes estratégicos, que vienen a convertirse en  grutas que estropean el camino hacia las metas empresariales.

No se trata de enjuiciar al JEFE AUSENTE dado que todo jefe como ser humano que es,  puede atravesar por la “ausencia directiva”, pero son solo eso, MOMENTOS. Sin embargo, cuando brinca la línea de momentos a  PERMANENCIAS, es cuando se pueden  observar claramente signos de lo que yo llamo un “salpullido empresarial”   dado que la cabeza se encuentra perdida y sin rumbo claro de dirección por lo que al interior comienzan a brotar colaboradores molestos y  desmotivados, convirtiéndose en pequeñas bocinas de insatisfacción laboral del famoso radio pasillo.

A continuación mencionaré 10 conductas del  JEFE AUSENTE:

  • Constante mirada perdida o evasiva al caminar, postura encorvada.
  • Al saludar pareciera que lo hace de manera mecánica y sin sostener la mirada a los ojos de quien saluda.
  • Evita encontrarse con personas o escasean las visitas a oficinas de sus colaboradores.
  • Constantemente se encuentra encerrado en su oficina pareciendo imposible agendar una cita con él o ella.
  • En reuniones con sus colaboradores se le ve mirada perdida, realizando garabatos en sus “notas”, chateando por celular y tiene poca participación durante la reunión.
  • Se ausenta en eventos importantes de la empresa y los colaboradores.
  • Toma de decisiones no claras, nulas, confusas o decisiones retroactivas.
  • Camina hablando por celular y perdiendo la oportunidad de saludar a sus colaboradores.
  • Se preocupa más por su vida personal que por la vida interpersonal dentro de la empresa.
  • Delega todo control en sus subordinados jefes de área y no se entera de lo que realmente sucede en los departamentos.

Si bien el tener un jefe ausente en la empresa lleva a un  bajo desempeño en los colaboradores y a no alcanzar las metas propuestas, no todo está perdido.

Siempre hay alternativas de solución y mejora que brindan una oportunidad de crecimiento e impulso para revertir el efecto negativo.

Hoy en día se cuentan con estrategias de evaluación efectivas, coaching  y consultoría empresarial que brindan de manera objetiva una valoración del estatus empresarial, cumplimiento de objetivos y clima laboral así como brindan propuestas de solución a través de estrategias efectivas y con resultados a corto y mediano plazo.

La clave para el cambio significativo está en el DARSE CUENTA y ACEPTAR que se necesita hacer un alto en el camino y comenzar a tapar esas grutas que desvían los objetivos y sanar desde dentro de la empresa.

 Por M.D.H. Karina Hernández López