¿Te ha ocurrido que cuando te dispones a pasar tiempo libre con tus hijos, en lugar de estar con ellos, aprovechas para tener el tiempo, la calma y atención de revisar el celular, contestar mensajes pendientes, actualizarse en redes sociales o revisar tu correo electrónico, en lugar de poner la atención en tus hijos?
Es muy común darles un dispositivo móvil a los pequeños para que se entretengan con videos, juegos, dibujos animados y de esta manera permanezcan quietos en un sitio, para que sea más sencilla la comida y logren consumir su ración mínima necesaria o que como se dice comúnmente, “no den lata” mientras los padres realizan otra actividad.
El concepto de “Huérfanos digitales” es una nueva forma de distinguir a los pequeños que están ausentes de sus padres, de una atención cercana, familiar, social o afectiva, ya que éstos ponen mayor atención en la revolucionaria tecnología que existe en dispositivos móviles.
Cuando se está revisando el celular nuestra atención se centra en ésta actividad, de cierta manera se aísla la mente y nuestra concentración es única y exclusivamente en lo que estamos viendo en la pantalla de nuestros dispositivos móviles, dejando de lado y por lo tanto descuidando el vínculo tan importante que hay con nuestros hijos. Dejamos de atender sus necesidades, dejamos de captar momentos que para ellos son importantes, perdemos la comunicación y también la principal oportunidad de incrementar y conservar la confianza y afecto que ellos tienen hacia los padres, y lo más triste de todo esto es nos perdemos de una etapa tan valiosa donde se deben disfrutar al máximo, debido a que esta infancia nunca regresará.
Ante esta situación se empieza a notar problemas de agresividad en los niños, siendo éste más marcado en sus centros de estudio y con sus compañeros, en etapas de adolescencia se puede observar problemas de aislamiento, drogas, déficit de atención, poca capacidad de retención en sus centros educativos, o falta de integración social ya que los adolescentes buscan un escape o continuar con su ritmo aislado de vida derivado de no tener una guía, acompañamiento y confianza de sus padres, ya que éstos estuvieron ausentes cuando los lazos afectivos y de confianza se construye, en la niñez.
Pero este problema no solamente es de los menores, también les afecta a los padres, ya que existen problemáticas y situaciones por las cuales atraviesan ya que sus hijos quedan expuestos a alguna situación de peligro en lugares públicos, accidentes, etc., derivado de poner toda su atención en estos dispositivos que en sus hijos, teniendo sentimientos de culpa, trastornos psicológicos o problemas familiares, a causa de las situaciones por las que atraviesan. En algunas situaciones, cuando los padres reaccionan ya es demasiado tarde, los infantes se han acostumbrado a esta ausencia que para ellos es normal y los lazos nunca más se puede unir con la fuerza que deberían tener.
Con éstas líneas no pretendo eliminar o dejar la tecnología para que no existan más huérfanos digitales, ya que la tecnología bien aprovechada, usándola adecuadamente es muy buena y en muchos de los casos necesaria, pero debemos de aprender como padres a prestarles atención cuando estamos con nuestros pequeños, a darles tiempo de calidad, debemos fomentar momentos familiares que aumenten los lazos de comunicación, confianza y familiar que mantendrán las relaciones durante toda la vida, procurar salidas a algún parque, hacer deportes, actividades al aire libre, entre otras cosas, y claro ver con ellos una buena película, mostrarles para qué sirve la tecnología, cómo hacer búsquedas de información en internet, qué sitios deben evitar, cómo llamarnos por teléfono cuando necesiten algo.
Debemos asegurarnos que nuestros pequeños tengan acceso a la tecnología, pero siempre y cuando no se vuelva dependiente o adictiva, recordemos que la tecnología es un gran apoyo, pero no es la única vía de comunicación que hay.
Hirepan Galván Quezada